Pasar al contenido principal
Museo y Biblioteca Casa Natal de Domingo Faustino Sarmiento

Historia Casa Natal de Sarmiento

Año de creación: 1911 / Año de inauguración: 1911

Domingo Faustino Sarmiento (1811-1888) fue gobernador de la provincia de San Juan entre 1862 y 1864 y presidente de la Nación Argentina entre 1868 y 1874, además de ocupar otros cargos públicos importantes. A lo largo de su carrera, promovió un modelo educativo público, gratuito y popular –es decir, para todas las personas– que consideró indispensable para el desarrollo institucional y económico del país. Durante su presidencia fundó alrededor de 800 escuelas en todo el territorio y en 1884 fue uno de los principales impulsores de la Ley N.° 1420 de Educación Común. Además, creó la Academia Nacional de Ciencias, la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas, el Colegio Militar, el Liceo Naval y el Observatorio Astronómico. Entre sus obras escritas se incluye Recuerdos de provincia, una autobiografía publicada en 1850 que sienta las bases de lo que, posteriormente, sería la museografía de este Museo.

La Casa Natal de Sarmiento fue el primer inmueble en ser declarado Monumento Histórico Nacional el 3 de septiembre de 1910, autorizándose su adquisición por el Estado nacional para organizar un museo y biblioteca. La compra se concretó al año siguiente a través de Sofía Lenoir de Klappenbach y Victoria Lenoir de Navarro, sobrinas nietas de Sarmiento y las últimas que residieron en la vivienda. El acuerdo de adquisición entre la familia y el Estado fue novedoso porque introdujo la idea de “valor histórico” en la consideración de la cifra de venta de la propiedad. El Museo abrió sus puertas como Museo Histórico y Biblioteca Sarmiento el 25 de mayo de 1911, en coincidencia con el Congreso Pedagógico Nacional de Instrucción Primaria con sede en la ciudad de San Juan. Se designó como director a Remigio Ferrer Oro, personalidad política local, miembro de la facción sarmientista del Partido Popular y de orientación política radical.

El proyecto había sido llevado adelante por la Comisión Central Pro Centenario del Natalicio de Domingo F. Sarmiento, integrada por figuras políticas como el presidente del Consejo Nacional de Educación, José María Ramos Mejía, y rectores de las universidades nacionales de Buenos Aires, La Plata, Córdoba, Santa Fe y Católica de Buenos Aires. Los senadores por San Juan, Enrique Godoy y Moisés A. Garramuño, así como el gobernador de la provincia, Carlos Sarmiento, y el coronel Luis Jorge Fontana –quien luego sería director del Museo–, presentaron el proyecto en septiembre de 1909, en vísperas de los actos de celebración por los cien años del nacimiento de Sarmiento, a cumplirse el 15 de febrero de 1911. El proyecto de ley fue elevado por el Poder Ejecutivo de la Nación y autorizado por el vicepresidente, Victorino de La Plaza.

La casa se ubica en el actual centro de la ciudad de San Juan, en el barrio que durante el siglo xix se conoció con el nombre de El Carrascal. El terreno fue heredado por Paula Albarracín, madre de Sarmiento, quien hacia 1801 comenzó a levantar los muros y primeros cimientos de la vivienda. Al año siguiente, doña Paula contrajo matrimonio con José Clemente Quiroga Sarmiento y Funes, con quien tuvo quince hijos, de los cuales solo cinco alcanzaron la vida adulta: Paula (1803), Vicenta Bienvenida (1804), Domingo Faustino (1811), María del Rosario (1812) y Procesa del Carmen (1818). En un comienzo, la casa se componía de una sola habitación dividida en dos ambientes. A medida que la familia fue creciendo, se anexaron habitaciones para sus diferentes usos hasta alcanzar el aspecto que mantiene en la actualidad. Desde el fallecimiento de Sarmiento, el 11 de septiembre de 1888 en Paraguay, hasta que fue adquirida por el Estado, la casa estuvo habitada por descendientes de la familia Sarmiento Albarracín. El interés por preservarla se enmarca dentro de una serie de iniciativas oficiales de comienzos de siglo xx en Argentina, que encontraron mayor impulso en torno al Centenario de la Revolución de Mayo. Entre ellas, la declaración de monumentos y lugares históricos, al igual que la apertura de instituciones que sirvieran a la construcción de una memoria de Estado, así como a la preservación de espacios significativos para la historia nacional. En ese sentido, se conformó la Comisión Especial de Estatuas y Monumentos de la Comisión Nacional del Centenario, la cual trabajó en consonancia con la Junta de Historia y Numismática Americana (JHNA), creada en 1893. La JHNA estuvo integrada por figuras vinculadas a la gestión museística y la conformación de museos nacionales. Es el caso del arqueólogo Samuel Lafone Quevedo; Florentino Ameghino y Carlos Berg, director y exdirector del Museo de Historia Natural de Buenos Aires; Juan Bautista Ambrosetti, director del Museo Provincial de Paraná y del Museo Etnográfico; Adolfo Carranza, fundador del Museo Histórico Nacional; Luis Mitre, director del Museo Mitre, entre otros. En 1916 se incorporó a la Junta el escritor y periodista Ricardo Rojas y en 1918 el arquitecto e historiador del arte Martín Noel.

El centenario de la Revolución motivó una revisión histórica por parte de las clases dirigentes en pos de consolidar el imaginario del pasado nacional, destacando a aquellas figuras que, como Sarmiento, habían sido clave para la unificación del país. La adquisición de esta propiedad y su transformación en museo y biblioteca buscaba reconocer el rol que las élites provinciales habían cumplido en este proceso. Entre las propuestas museográficas surgidas en este contexto, tuvo particular éxito la de las casas-museo como modos de refuncionalizar los inmuebles particulares donde habían vivido figuras de relevancia y darles una función pública. Esta solución, que proliferaba en Europa y Estados Unidos y que en el país tuvo un antecedente en el Museo Mitre (museo nacional, inaugurado en 1907), era la que planteaba Ricardo Rojas en La restauración nacionalista (1909), para la Casa Natal de Sarmiento. El escritor proponía recuperar la arquitectura de la casa, conservando en lo posible la disposición original de las habitaciones, así como el mobiliario que evidenciara su uso. Los interiores se exhibirían tal como habían permanecido durante la vida de Sarmiento.

Una vez que el Estado adquirió la propiedad y el Museo comenzó a organizarse, se suscitaron debates entre quienes defendían un museo dedicado a los sanjuaninos ilustres y quienes querían crear un museo y biblioteca que difundieran e ilustraran la vida y obra de Sarmiento, lo que finalmente se impuso. Durante los primeros años de la institución se solicitó a los gobiernos de distintas provincias y al Gobierno nacional la donación de objetos para su funcionamiento. Un pedido especial fue hecho al ministro de Justicia e Instrucción Pública para adquirir las consideradas reliquias históricas que conservaba Augusto Belín Sarmiento, nieto del prócer. La gestión no tuvo efecto y más tarde esas piezas conformaron el Museo Histórico Sarmiento en Buenos Aires. La insistencia de pedidos de este tipo junto a las solicitudes de envíos de fondos para el mantener la institución y formar colecciones indica las dificultades y carencias presupuestarias que sufrió el Museo en esta primera etapa. Para junio de 1917 su personal quedó cesante. La actividad se retomó al año siguiente con el nombramiento de un encargado como máxima autoridad. Desde entonces y hasta fines de la década de 1940, el Museo no volvió a tener director y las partidas presupuestarias enviadas fueron muy exiguas. Hacia 1938 comenzó una nueva etapa gracias al establecimiento de la Junta de Historia de la Provincia de San Juan y la Comisión Nacional de Museos y de Monumentos y Lugares Históricos dependiente del Ministerio de Justicia e Instrucción Pública. Este organismo, presidido por el historiador Ricardo Levene, propuso una normativa unificada para el funcionamiento de los museos históricos del país. En este contexto, el Museo Casa Natal Sarmiento fue incorporado como Museo Nacional, respondiendo a los criterios de organización de la Comisión.

El 15 de enero de 1944, San Juan sufrió un terremoto que causó grandes derrumbes en la ciudad. A causa del sismo, la Casa Natal de Sarmiento se dañó gravemente y el normal funcionamiento de la institución se vio interrumpido hasta octubre de ese año. En 1945, el presidente de facto Edelmiro Farrell estableció por decreto la conmemoración del fallecimiento de Domingo Faustino Sarmiento, el día 11 de septiembre de cada año. La relevancia de esta fecha había sido señalada durante la Primera Conferencia de Ministros y Directores de Educación de las Repúblicas Americanas que se celebró en Panamá en 1943. Durante el encuentro, se llevó a cabo un homenaje por el 55º aniversario del fallecimiento de Sarmiento y se propuso establecer el día del maestro en conmemoración y gratitud al “padre del aula”. Desde entonces, septiembre es el mes en que el Museo recibe más afluencia de público.

Dirección Casa Natal de Sarmiento